martes, 14 de enero de 2014

Negocios.. espirituales.

Hoy me he levantado raro... Tras la habitual meditación matutina, no podía apartar la mente de los pensamientos erráticos que la asaltaban continuamente. 

Estaba pensando en los diferentes proyectos que están en el calendario de actividades de la escuela y de cómo afrontarlos para lograr una correcta participación. Proyectos relacionados todos con materias de crecimiento personal, como la relajación, la meditación, el budismo, etc. 
Entendía perfectamente que en estos tiempos que corren, la participación e interés estaban en franco declive, quizás motivados por la complicada situación económica del país. Pero también intuía algo más, algo que, por el momento, se me escapaba un poco de mi entendimiento.

Buscando en internet páginas o lugares donde publicar la celebración de estos proyectos de talleres y cursos me he topado con numerosísimas páginas que ofertaban este tipo de enseñanzas. Y como somos curiosos por naturaleza - también con el sano afán de estar informado - he echado un vistazo al contenido de varios de estos sitios. Y me he quedado perplejo en algunos casos. Las comparaciones siempre son odiosas, si, y además ciertamente muy subjetivas, pero lo que he visto me ha hecho pensar mucho sobre este tema.

La espiritualidad, en casi todos los casos que he visto, está carísima, solo al alcance de unos pocos privilegiados. Precios desorbitados -bajo mi criterio- y aspectos que poco creo, tienen que ver con el desarrollo espiritual. Quizás yo me he acostumbrado a trabajar con lo que aprendí en China, en las montañas, en un ambiente rústico y carente de las mínimas comodidades. No lo sé...

El caso es que se ofrecen cursos de meditación y relajación como churros. En lugares casi "místicos" de salas de conferencias y salones de hoteles de cuatro estrellas, casas rurales en entornos ciertamente tranquilos, eso si, con todas las comodidades posibles, pero todo a unos precios... Un ejemplo (por citar alguno):... curso de meditación trascendental de tres días en urbanización de lujo (omito el lugar de la costa del Sol) por 400 € mínimo. Estancia y alimentación aparte (48 €/día).... Curso de meditación en casa rural... 120 € + 59 € de la pensión completa por día...extras aparte (?)... O la que ofrece un curso de crecimiento transpersonal (?) de tres días por solo 600 €, eso si, el alojamiento y comida vegana está incluído... Y el colmo... un curso por Skype de tres semanas que cuesta 450 €....No me cabe la menor duda de que es un negocio redondo para unos cuantos "listos e iluminados de la nueva era"...

Algo no me cuadra del todo. Muchas veces he manifestado que el crecimiento espiritual debe estar al alcance de todos, pero sobretodo de los que tienen problemas y necesitan ayuda. Pero, ¿Que tipo de persona se puede permitir ese gasto tan enorme? ¿La madre de familia que tiene tres hijos, un perro y una hipoteca?... Seguramente que no.

Puedo entender que cuando se organizan este tipo de cursos o retiros, hay que cubrir los gastos y además, tener un cierto margen de beneficios (si te dedicas a ello). Yo mismo he organizado retiros de esta índole...aunque la verdad, núnca con la idea de ganar dinero con ello...

Pero pretender vender la espiritualidad y el crecimiento personal de esta manera, casi roza la estafa. El problema no es que existan estos lugares y personas, sino que haya gente que participa alegremente en ello, creyendo que, además, se han descubierto a sí mismos. Creen que, al tener dinero y por lo tanto, acceso a estos cursos, lo tienen todo más fácil...

Reflexiono y me digo: "Algo estás haciendo mal.... ¿O quizás no?"... Porque a mí, la ética me importa; Me importan de verdad los problemas ajenos, el sufrimiento y el dolor psicológico... Me preocupa de verdad la ignorancia y el desconocimiento de tantos...que no puedo verlo como un negocio. Sencillamente no sirvo para ello. No es mi camino o mi manera de hacerlo.

Pero la paradoja surje cuando veo estos cursos -y hasta he asistido a alguno- en los que se reúnen un grupo considerable de personas, a pesar del alto coste... Mientras que en los que yo organizo, siempre somos un grupo muy pequeño, a pesar de que los precios buscan siempre cubrir solo los costes. Es la diferencia entre hacerlo como negocio o como medio de ayuda real a los que buscan respuestas, sin sacarles la pasta...¿Acaso el que un curso tenga un coste de 300 € es garantía de calidad frente a otro que apenas cueste 50 €?...



Algo debo hacer mal, lo se... no soy negociante... no es lo mío, aunque me dedique a la enseñanza de diversas materias.

Y la pregunta es: ¿Debo mantener mi manera de entenderlo y hacerlo, a pesar del escaso éxito?... ¿O debo adaptarme a los nuevos tiempos y tratar de sacarle el máximo provecho posible?...

No encuentro la respuesta adecuada...Mi corazón y mi mente no van en el mismo sentido. No todo se puede vender o comprar...

¡Qué lío!

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